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La promoción de la mujer en el IGER

elmaestroencasa

31 marzo 2020

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La promoción de la mujer en el IGER

 

Mi nombre es Sofía Fuentes. Soy estudiante de tercer año de Relaciones Internacionales de la Universidad Rafael Landívar. También es mi tercer año como orientadora voluntaria en el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER) en San Cristóbal, Guatemala.

 

Una de mis mejores memorias dando clases es bailar —o intentar bailar—con algunas estudiantes al ritmo de música afrocaribeña (Ciencias Sociales puede ser un curso muy animado).

Autora: Sofía Fuentes

Voluntaria

Lo menciono porque, frecuentemente cuando se habla de la mujer, comenzamos con las desventajas y los riesgos: pero el IGER es un lugar donde se celebra a la mujer y a lo femenino.

 

Eso no significa que las mujeres que atendemos en IGER están libres de esas desventajas y riesgos. En sus vidas coinciden muchos factores de discriminación: jóvenes, mayores, madres a veces solteras, indígenas y que, evidentemente, no tienen una posición socioeconómica cómoda.

La mujer multiplica el saber

Pero, también hemos podido crear una comunidad de compañeras donde podemos reír, llorar, bailar, cantar y platicar con toda libertad. Actividades que los chicos no hacen con la misma soltura. Siempre he sentido que en momentos como esos una disfruta de ser mujer y abraza esas cualidades “femeninas” que tenemos.

 

Hay otra belleza en la mujer dentro de un instituto educativo. Cierto, una madre encontrará más obstáculos en su búsqueda de educación. Pero ellas también implican, para el Instituto, una inversión que tiene eco. Jamás olvidaré lo que una compañera orientadora me dijo una vez:

 

Cuando le enseñas a una mujer, le enseñas a su familia, a sus hijas y a sus nietas. La mujer multiplica el saber.

 

Y la verdad, en IGER impulsamos a las estudiantes que tenemos a superarse. No solo impartimos cursos para obtener un diploma, sino conocimiento para la vida. Contabilidad, planificación familiar, educación en sexualidad, inglés y muchos temas más. Les enseñamos que valen mucho y que pueden hacerse valer.

 

Luego de ver dos graduaciones, a una joven en la escuela de enfermería y a otra estudiando Psicología, estoy convencida del impacto que este proyecto tiene en el desarrollo de la mujer.

 

No hablo solamente de las estudiantes. IGER también tuvo un impacto en mí. He tenido varias compañeras docentes—y compañeros— admirables. Otros estudiantes universitarios, maestras de primaria, amas de casa que donan aquello que tanto nos cuesta dar en estos días: tiempo. Personas que comprenden la posición única de desventaja y potencial de la mujer y que deciden actuar para impulsar a estas chicas. Definitivamente, mi vida es mejor por conocerlas.

 

En fin, tengo que decir que el Voluntariado Social Landivariano impulsa a la mujer en todos sus proyectos. (¡De hecho, nuestra Junta Directiva actual es 100% femenina!) Pero en IGER he tenido la oportunidad de hacer comunidad con otras mujeres, estudiantes y docentes, y trabajar con ellas para promover a la mujer y aportar un poquito al desarrollo de Guatemala y un montón para el desarrollo personal de nuestras estudiantes.

 

Para promover a la mujer, no necesitas ser mujer ni necesitas que sea marzo. Por eso, te invito a celebrar y promover el desarrollo de las mujeres en toda actividad que realices, y a unirte al Voluntariado Social Landivariano.

 

 

Agradecemos a la Revista Brújula por otorgar los permisos para la publicación de este artículo.