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Comunicación ASEC

21 octubre 2021

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IGER Historias Inspiradoras Santos Canel Hernández

Santos Canel Hernández

 

Nací en el seno de una familia humilde, de muy escasos recursos. Desde niño quise estudiar, pero, debido a la precariedad en que vivíamos, mis padres se vieron en la necesidad de pedir a todos los miembros de la familia que aportáramos para sobrevivir. De esa manera, tuve que trabajar en vez de estudiar: el estudio no fue la prioridad durante mi niñez.

 

Tristemente, no tuve la oportunidad de estudiar la primaria como otros niños. Yo veía cómo iban a la escuela y deseaba hacerlo también, pero, me resultaba imposible.

Recuerdo que mi mamá nos escondía de los maestros, porque no quería que la regañaran por no mandarnos a la escuela. Yo lloraba de coraje, porque quería estudiar y lloraba de impotencia, porque la pobreza de mi familia no me lo permitía.

 

Cuando llegué a la adolescencia, las ganas de estudiar me llevaron a buscar oportunidades, pero, lamentablemente, no era fácil, porque tenía que seguir trabajando para llevar dinero a mi familia.

 

Mi papá tenía la costumbre de escuchar todas las tardes su estación favorita de radio. Se trataba de una emisora comunitaria que transmitía desde un pueblo cercano. Una tarde escuché por aquella radio un anuncio del IGER ofreciendo oportunidad para personas que tenían el deseo de estudiar la primaria, pero que no habían podido hacerlo por falta de recursos económicos. Los estudiantes del programa se reunían en un centro de estudios, en el pueblo. Yo pensé que era una buena oportunidad, pero no para mí, porque no veía cómo podía asistir a aquel centro sin dejar de trabajar.

 

Un día, un compañero de trabajo me animó a que fuéramos a buscar información. Encontramos la oficina del IGER y allí nos explicaron que podíamos combinar los estudios con el trabajo y que solo teníamos que reunirnos en el centro un día a la semana, generalmente los domingos.

 

Debíamos pagar la inscripción, pero yo no tenía los recursos. Sin embargo, era tan grande mi deseo de estudiar, que decidí ahorrar de lo que ganaba en el trabajo para reunir la cuota de inscripción que me pedían. Tuve que esperar unos meses para ahorrar lo suficiente.

 

Un mes de noviembre, mi compañero y yo fuimos a inscribirnos. Empecé a estudiar en el grupo Atitlán I.  Desafortunadamente, mi compañero, que tanto me había animado, ya no siguió estudiando. Yo luché y logré graduarme de sexto primaria.

 

Por la necesidad, tuve que buscar otro trabajo y dejé de estudiar por un año. Cuando pude, me reincorporé y continúe mis estudios en el programa de Básicos. En el año 2010 obtuve mi diploma de tercero básico en un centro del IGER, en Santiago Atitlán.

 

Después estudié el Bachillerato en Ciencias y Letras en otra institución y también una carrera técnica de cocina profesional. Actualmente, estoy cerrando pensum de la licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales en una universidad privada. Me siento bendecido porque soy el primer universitario de mi comunidad.

 

Desde que me gradué de tercero básico he estado apoyando al IGER en mi comunidad, solo le pido a Dios que me dé vida y salud para seguir colaborando.

 

 

Santos Canel Hernández
Santa Crúz la Laguna, Sololá
Primaria y Básicos
Año Graduación 2010
Fuente Prensa Libre