Este 13 de febrero, la Asociación de Servicios Educativos y Culturales (ASEC) se une con entusiasmo y optimismo a la celebración del Día Mundial de la Radio. La celebración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 2012. Se eligió el día debido a que el 13 de febrero de 1946 se inauguró la Radio de la ONU, cuyo primer mensaje decía: “Esta es la ONU llamando a todas las personas del mundo”.
Comprender el significado de este mensaje es muy importante, porque la ONU se fundó en octubre de 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de promover la paz y la seguridad en el mundo, fomentar relaciones amistosas entre las naciones y buscar el progreso social y el respeto a los derechos humanos. Por ello, el primer mensaje de la Radio de la ONU el 13 de febrero de 1946 fue tan significativo: nada menos que un saludo de paz al mundo entero que acababa de salir de una de las guerras mundiales más destructivas, causante de gran dolor y desolación y con enormes consecuencias de violencia, terror y muerte.
Es simbólico que este saludo de paz se haya dado a través de la radio, un medio tan poderoso, que, como dice la ONU, nos ayuda a celebrar la humanidad en toda su diversidad. Un medio para la difusión del discurso democrático e incluyente, en el que las voces de todos pueden estar presentes -verse representadas y sentirse escuchadas-; una plataforma para la práctica de la libertad de expresión y para el crecimiento de los seres humanos por medio de la comunicación.
La radio acorta y elimina distancias, llega a lugares que de otro modo serían inaccesibles, por remotos y aislados. Es un medio con la capacidad única de conectarse con la más amplia audiencia, está presente en cualquier lugar y tiempo, y tiene el poder de transmitir mensajes constructivos, que promuevan el entendimiento entre los seres humanos. Es importante recordar su capacidad de adaptación al ritmo de los cambios de la sociedad y de las nuevas necesidades y expectativas de la audiencia, tal como ha sucedido durante la pandemia de la COVID-19, cuando ha venido desempeñando un papel fundamental en el combate a la desinformación y en la orientación a las comunidades para proteger la salud.
En sus inicios, la radio fue un experimento para establecer comunicación a larga distancia. Aquel experimento evolucionó de manera exponencial gracias al trabajo de científicos, artistas, periodistas y educadores, entre otros profesionales de diferentes áreas del conocimiento. Hoy, los avances de la tecnología permiten que se amplíe cada vez más la audiencia y se mejore la calidad de las transmisiones. En muchos casos se transmite vía satélite y existe también la radio en Internet y muchos otros elementos y medios impulsores, que hacen que la radio siga siendo uno de los medios de comunicación más confiables utilizados en el mundo. Por ello, el tema de la edición de 2022 del Día Mundial de la Radio está dedicado a “La Radio y la Confianza”.
Como bien sabe la comunidad de ASEC, gracias a las experiencias de su Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER), la radio es además una plataforma que permite ampliar las oportunidades educativas de la población. A través de ella se multiplican las “aulas” y “el maestro llega a la casa del estudiante”. La radio permite dar continuidad al proceso educativo. Esto ha quedado claramente evidenciado en estos tiempos de pandemia, cuando el proceso ha podido llegar ininterrumpidamente a los estudiantes, mientras las escuelas se veían obligadas a cerrar sus puertas.
Más allá de la seguridad de continuidad que permite, la radio es un medio con gran capacidad para mostrar contenidos de una forma creativa, motivante, divertida y entretenida, que mantiene el interés del estudiante por los aprendizajes.
En el Día Mundial de la Radio celebramos su capacidad para atraer y retener bases sustanciales de oyentes, que siguen fielmente los programas, se informan, aprenden, reflexionan, se entretienen, divierten e interactúan gracias a un medio que forma ya parte de la historia de la humanidad.
