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Comunicación ASEC

24 octubre 2022

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Claves y aprendizajes sobre experiencias en favor de la equidad de género de organizaciones sociales

Diálogos entre organizaciones de América Latina, Euskadi y Navarra

Mónica Obando

 

«La igualdad es como la gravedad, una necesidad», dice acertadamente el pensador Joss Whedon. Esto significa, entonces, que es un derecho natural para cualquier persona. Al hablar de equidad o igualdad de género nos referimos a la construcción cultural, social y económica que configura las relaciones sociales y de poder entre las categorías de hombres, mujeres u otras, así como a la identidad de estas. Asociadas a estas identidades se dan atributos sociales y oportunidades que tienen bases técnicas, pero, también políticas, y es deber de todos incidir para que las leyes y reglas regulen la igualdad no como privilegio sino como derecho para todos.

Durante los meses de septiembre a diciembre del año 2021 se llevaron a cabo cuatro encuentros con diferentes organizaciones sociales, entre ellas: CINEP Programa por la Paz (Colombia); Fundación SUYUSAMA (Colombia); UCA (Nicaragua); CIPCA (Perú); Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe; Radio Cutivalú (Perú); Asociación CVX (El Salvador); Fundación Alboan (España: País Vasco y Navarra) y el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica IGER- ASEC (Guatemala). Se emplearon vídeos testimoniales, exposiciones en directo, trabajo participativo y diálogos en grupos, por medio de los cuales se intercambiaron ideas y se presentó el trabajo realizado en las instituciones en favor de la equidad de género.

 

Algunas de las motivaciones de estas instituciones en el abordaje reflexivo del tema de género se refieren a tener coherencia con la misión y vocación transformadora de la sociedad y para que, de esta manera, nuestras acciones en el ser y el hacer vayan conjuntamente en función del respeto a los derechos y la igualdad.

 

Otras motivaciones están en función de:

 

  • Fortalecer el proyecto institucional, así como las capacidades y el liderazgo del equipo, especialmente de las mujeres, y el desarrollo de las masculinidades alternativas.
  • Promover la participación y reflexión interna desde la diversidad, teniendo la libertad de opinar, participar, proponer, actuar y la motivación de todos, sensibilizando y deconstruyendo estereotipos, creencias y valores, patriarcales.

 

Para todas las instituciones sociales participantes y, claro, para ASEC, es importante crear espacios de diálogo y acompañamiento que generen nuevas ideas en un aprendizaje compartido y la sistematización conjunta, para así tener una mirada global de las problemáticas que conlleva la discriminación y desigualdad.

 

 

Las políticas de género no deben desarrollarse solamente en función de las mujeres que son parte de cada entidad, sino que han de actuar sobre las relaciones de género desiguales y de subordinación, desde una mirada estructural, entendiendo el poder como una forma de guía y autoridad para dirigir y proponer cambios.

Es importante ahondar en el enfoque de interseccionalidad por medio del cual se analizan los diferentes sistemas de poder y opresiones que se entrecruzan generando o reproduciendo desigualdades. Estos sistemas están relacionados con nuestro origen, etnia o raza, edad, diversidad funcional, ámbito rural o urbano, la edad, la orientación sexual, diversidad de género, etc. Por esta razón no podemos trabajar solo lo intelectual, sino también lo experiencial, todo aquello que sentimos, nuestras emociones, lo afectivo y lo vivencial.

ASEC está comprometida con la implementación de estrategias y políticas que desarrollen la equidad de género, por lo que, desde el año 2016, inició con las buenas prácticas y un diagnóstico participativo, que tuvo como fin de contar con una mirada crítica de las relaciones de género que se promueven dentro y fuera del IGER, diseñando, así, acciones concretas que nos lleven a la igualdad.

El diagnóstico se realizó desde un enfoque cualitativo y dialógico, en el que se analizan las percepciones, ideas y experiencias de género de toda la comunidad educativa del IGER, a partir de un perfil de valores que deben formar parte de la sensibilidad y las buenas prácticas de los colaboradores de ASEC. Se elaboró un Plan Institucional de formación ASEC, para abarcar las necesidades formativas generales y específicas de todas las personas y, sobre todo, el fortalecimiento de la cultura organizacional basada en los valores institucionales.

Entre los cambios que se han ido realizando en ASEC/IGER podemos mencionar la oportunidad de desarrollo de capacidades; espacios para liderazgo; promoción del acceso a la educación a las jóvenes y adultas de los sectores que se atienden.

 

La equidad de género es el camino para alcanzar la igualdad, que se refiere a que tanto hombres, mujeres y niños tengan los mismos derechos y oportunidades en los diferentes roles en los que se desenvuelven. La equidad de género, según ONU mujeres (2010) OSAGI, se refiere al trato justo de la mujer y el hombre en función de sus necesidades respectivas, esto incluye un trato igual o un trato diferente, pero considerado equivalente en cuanto a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las oportunidades.

 

Como por ejemplo en el ámbito educativo, son las niñas las que aún tienen menos acceso a una educación formal por el simple hecho de ser mujeres y porque el ideal es que se preparen exclusivamente para atender la casa, al igual que en el ámbito laboral las mujeres, aun estando igualmente capacitadas que los hombres, siguen teniendo salarios inferiores o menos oportunidades para desarrollarse en puestos directivos.

Como IGER, es nuestra tarea realizar cambios significativos para que todos estos paradigmas y estructuras mentales sean modificados y lo lograremos al brindar herramientas educativas incluyentes y que fomenten la igualdad, como parte de nuestro compromiso social y educativo para con los menos favorecidos y a todos por igual, sin discriminación.

Para lograrlo, buscamos hacer vida las palabras de Paulo Freire: «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo». La educación es, entonces, nuestra herramienta de liberación y transformación, una herramienta con la capacidad para erradicar cualquier forma de discriminación en la sociedad.

 Imagen tomada de Alboan