Asociación de Servicios Educativos y Culturales -ASEC-
En 2021 se conmemora un acontecimiento especialmente inspirador: se trata de los 500 años de conversión de san Ignacio de Loyola. La conmemoración hace referencia a la transformación personal de san Ignacio, a la manifestación de Dios en su vida, es decir, a un proceso espiritual que lo hizo dejar atrás su oficio de soldado y su condición de hombre de mundo, para crecer en sabiduría y santidad.
La celebración ocupará 14 meses: del 20 de mayo de 2021 al 31 de julio de 2022. Se ha llamado Año Ignaciano o Ignatius 500 y tiene como lema “Ver nuevas todas las cosas en Cristo”.
La fecha 20 de mayo con la que inicia rememora que el 20 de mayo de 1521, hace exactamente 500 años, Ignacio de Loyola fue herido en Pamplona, España, por una bala de cañón, lo que marcó su vida, motivó su conversión y, posteriormente, lo condujo a fundar la orden religiosa denominada Compañía de Jesús. Por otro lado, la fecha de cierre coincide con la fiesta de san Ignacio en el calendario litúrgico.
Con motivo del Año Ignaciano, se están llevando a cabo muchas actividades y reflexiones sobre el legado que dejó este santo de la Iglesia Católica. Podemos decir que el legado se concretiza en el trabajo de la Compañía de Jesús y en la práctica de la espiritualidad ignaciana, es decir, de la espiritualidad emanada de sus enseñanzas y de su ejemplar modelo de vida.
ASEC está hermanada con las obras de la Compañía de Jesús, con las que comparte una misma misión, dedicada a la educación de las poblaciones vulnerables, que carecen de suficientes recursos económicos y de oportunidades para su desarrollo integral. Por este motivo, quiere compartir con su comunidad educativa, amigos y aliados, algunas de las claves de la espiritualidad ignaciana, de cuya fuente podemos aprender tanto, especialmente en tiempos difíciles, como los que nos está tocando vivir.